
Una Realidad Paralela I
Primera parte
Una expresión astral impresionante en Alboraya, Valencia.
En la primavera del año 1970 aproximadamente. Una estudiante de medicina de la Facultad de Valencia que se interesaba por la naturopatia y la medicina natural llamada Trini, me comentó que habÃa en el pueblo un enfermo de asma al que los tratamientos médicos no le hacÃan nada, no mejoraba y al cual las pruebas y exploraciones diagnósticas no habÃa encontrado causa suficiente de los frecuentes episodios de ahogo y demás sÃntomas que en principio parecÃa obedecer a un sÃndrome asmático.
Habiendo yo aceptado el caso como naturópata y acupuntor, se presentaron en la consulta el enfermo su esposa, un hijo y la estudiante de medicina hoy ya médico naturista y homeópata. Después de conocer el historial y los sÃntomas del enfermo y lo que estaba tomando, realicé mi análisis del iris y otras pruebas y le di un tratamiento clásico de naturopatia adecuado para él y su asma aparente.
Al cabo de 15 ó 21 dÃas volvieron a la revisión y me dijeron que estaba igual o peor. Volvà a repertorizar todo y le di un tratamiento más intenso y más preciso o al menos eso creÃ. Volvieron otra vez en las mismas condiciones.
Yo pensé enseguida que eso no era normal, ni adecuado y que ocurrÃa algo raro.
Presioné a la mujer y a Trini, y al final me dijeron la verdad. HacÃa ya más de un año que el marido habÃa empezado con las crisis de opresión en el pecho y ahogo y poco antes de estos hechos habÃa empezado a dibujar soldados y guerreros musulmanes de la Edad Media y a escribir en árabe antiguo.
Al final habÃan llevado las hojas con los dibujos y los textos a un catedrático de la Universidad de Valencia, llamado Docavo Alberti, creo recordar. Este les dijo extrañado que tanto los dibujos como los escritos eran de la época árabe medieval en España, que no podÃa comprender cómo los habÃa realizado un agricultor poco instruido de la época actual.
Como el enfermo no mejoraba y ya conocidas estas extrañas circunstancias por mÃ, de acuerdo con los familiares del enfermo, preparé una cita con una prima hermana mÃa, Lola, y otra señora que era una médium, y acordamos vernos en una fecha determinada con el enfermo y su señora.
Por Manuel Villaplana